Las mujeres han demostrado que son expertas en organizar los esfuerzos económicos de su familia. Quienes vivimos con una madre mexicana, sabemos que ella hace rendir el alimento, guarda dinero para enfrentar situaciones de emergencia y es un pilar fundamental en los cuidados del hogar.
Según estadísticas en México solo un 33% utiliza un servicio formal financiero para el ahorro, la mayoría prefiere guardar su dinero en casa (36%) o en una tanda (17%), cerca del 60% de la población mexicana participa en el mercado informal, lo que impacta en la bancarización, que es de 28% hombres y 17% mujeres, algo que nos indica la poca penetración que tienen este tipo de servicios en un grupo de la sociedad y en particular en las mujeres, Además las mujeres dedican alrededor del doble de trabajo del hogar y de cuidados no remunerados, en promedio, en el último trimestre de 2021, por cada $100 mxn que los hombres reciben como ingreso laboral, las mujeres solo reciben $84 mxn.
A pesar de lo anterior, las mujeres mexicanas son unas maestras del ahorro y unas expertas en “hacer magia” para organizar el sustento de los recursos económicos de la familia. La cooperativa de ahorro y préstamo más grande del país, Caja Popular Mexicana (CPM) indica que más de la mitad de sus préstamos es a mujeres, quienes los usan para gastos de consumo familiar o personal, para remodelación o ampliación de vivienda, para adquisición de producto para comercio, gastos médicos, escolares, entre otros.
Según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, más de un tercio de las mujeres dicen no contar con servicios financieros porque no considera que sus ingresos sean suficientes para abrir una cuenta bancaria, sin embargo, Financial Alliance for Woman asegura que a nivel global las mujeres ahorran 16 % más que los hombres en gastos para el futuro. También especialistas del AFORE PENSIONISSSTE coinciden en que a pesar de que las mexicanas no están dentro de la formalidad financiera, ellas son ahorradoras, previsoras y cuidan muy bien el patrimonio de la familia.
Las mujeres, y en concreto la mujer mexicana, es parte fundamental del desarrollo económico del país y, por ende, en la generación de riqueza y contribución al PIB. La equidad impulsa la productividad de los países, la innovación y la competitividad, aumenta la diversificación económica y la igualdad de ingresos, entre otros resultados positivos. Sin embargo, estamos en un momento donde el impacto del Covid -19 está mermando los avances esperados y que tanto tiempo han llevado alcanzar y consensuar, otro agravante de la baja participación de las mujeres en el mercado laboral formal tiene su origen en las causas de deserción escolar y en los roles asignados por la sociedad a las mujeres. La discriminación laboral y el trabajo no remunerado se añaden a los factores anteriores, incidiendo negativamente en la inclusión financiera de las mujeres ya que cuentan con menos recursos que los hombres para ahorrar o invertir en emprendimientos productivos y formales.
En tu casa: ¿qué papel tienen las mujeres en la economía familiar?, ¿qué acciones crees que deberíamos trabajar para lograr una distribución más equitativa? Compártenos tu opinión en nuestro correo y nuestro Facebook.
Los retos siguen siendo enormes en materia de igualdad de oportunidades y equidad, pero el futuro nos invita a mirar la radiografía con optimismo. Podemos implicarnos y construirlo juntos, hombres y mujeres. Estamos a tiempo.
Fuentes: