Hoy en día el tema de la diversidad cultural ha cobrado enorme relevancia a nivel mundial debido a los procesos de reconocimiento que han impulsado los pueblos indígenas, a fenómenos sociales como la migración interna y externa que se vive y al desarrollo de las tecnologías de la información, así como a fenómenos derivados del proceso de globalización.
La promoción del respeto y reconocimiento de la diversidad cultural y el diálogo es una de las prioridades para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que con el fin de asegurar la preservación y promoción de dicha diversidad, el 2 de noviembre de 2001, en la trigésima primera reunión de la Conferencia General aprobó la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural y proclamó el 21 de mayo como «Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo».
Dicha Declaración Universal planteó que la diversidad cultural se refiere a la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades, que cuando se manifiesta, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la humanidad mediante una gran variedad de formas, así como a través de distintos modos de creación artística, producción, difusión, distribución y su disfrute y goce por las diversas generaciones que habitan el planeta. México, como miembro de la UNESCO (desde el 4 de noviembre de 1946), adoptó tanto la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (2 de noviembre de 2001), como la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (20 de octubre de 2005). UNESCO