El 15 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales bajo el tema «Las mujeres rurales cultivan alimentos de calidad para todas las personas», con el objetivo de destacar el papel fundamental que desempeñan las mujeres y niñas rurales en los sistemas alimentarios de todo el mundo.
Desde la producción de cultivos hasta el procesamiento, la preparación y la distribución de alimentos, el trabajo de las mujeres —tanto remunerado como no remunerado— alimenta a sus familias, comunidades y el mundo. Sin embargo, no ejercen el mismo poder que los hombres, por consiguiente, ganan menos dinero y experimentan una mayor seguridad alimentaria.
A pesar de la capacidad de nuestro planeta de proveer de alimentos en cantidades suficientes y de buena calidad a toda la humanidad, el hambre, la malnutrición y la seguridad alimentaria están aumentando en muchas partes del mundo. La pandemia de COVID-19, junto con la crisis climática, ha agravado la situación: unas 2370 millones de personas no tuvieron suficiente para comer en 2020, es decir, un 20 % más que el año anterior.
El último informe de ONU Mujeres, Más allá de la pandemia de COVID-19: un plan feminista en favor de la sostenibilidad y la justicia social (en inglés), insta a reconstruir el desgastado sistema alimentario mundial desde la base, apoyando los medios de vida de las mujeres rurales para producir y distribuir productos alimenticios diversos y saludables. Considerando que restan menos de 10 años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos Hambre Cero (Objetivo 2) e Igualdad de Género (Objetivo 5), ONU Mujeres está trabajando para ayudar a las mujeres y niñas rurales de todo el mundo a fortalecer su resiliencia y desarrollar sus habilidades y capacidades de liderazgo.