Violencia contra la mujer: la otra pandemia en México

16 de marzo de 2022

El hogar debería ser un lugar seguro, pero para muchas mujeres es lo contrario. Sus casas se han transformado en lugares de abuso, angustia y agresión persistente. Entre las situaciones que ha desencadenado el Covid-19 se encuentra la violencia doméstica y de género que cierta parte de la población ha enfrentado en estos meses de aislamiento desde el inicio de esta enfermedad en México.

Leticia llegaba a casa, volvía de su trabajo. Le dijeron que no fuera al día siguiente debido a las medidas tomadas para frenar la pandemia de Covid-19. A partir de ese momento, trabajaría desde casa. Le temblaban las manos húmedas; sintió un escalofrío que le recorría la espalda. Tendría que pasar todo el día con su agresor en un ambiente hostil, sería el nacimiento de una pesadilla viviente.

Este es el mundo real para una gran cantidad de mujeres en México.

Antes de continuar debemos conocer lo que abarca el termino violencia. Se considera violencia a “toda conducta o amenaza que se realiza de manera consiente y que causa daño físico, psicológico, sexual o económico”. Ahora que ya conocemos esta definición, podemos definir a la violencia doméstica como “el acto en el cual se abusa del poder para dominar, someter, controlar o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a una persona, dentro o fuera del domicilio familiar, sea o haya sido pariente o conyugue”.

Avanzando en esta dirección, debemos conocer lo que significa entonces también la violencia de género, definida como “todo acto de agresión que ejerce un sexo hacia el otro, es decir, hombre hacia mujer o mujer hacia hombre.”

La Norma Oficial Mexicana NOM-046, consensuada por el Diario Oficial de la Federación (DOF) acerca de la “Violencia familiar”, habla de algunos datos médicos que deben tomarse en cuenta en esta definición. Dentro de los indicadores de violencia física se encuentra cualquier evidencia que corresponda a: “lesiones o heridas, recientes o antiguas, con y sin evidencia clínica o mediante auxiliares diagnósticos, en ausencia de enfermedades prexistentes”; como moretones, raspaduras, cortaduras, fracturas, quemaduras, luxaciones, lesiones musculares, golpes en la región de la cabeza, en la cara, etcétera. Se entenderá por indicadores de violencia física a cualquier “síntoma y signo indicativo de alteración a nivel del área psicológica; autoestima baja, sentimientos de miedo, de ira, de vulnerabilidad, de tristeza, de humillación, de desesperación, entre otros”.

Lo anterior es de gran relevancia, ya que podemos observar que la definición de violencia domestica incluye nuestro hogar que, sin duda, en la gran mayoría de las ocasiones es un recinto donde podemos sentirnos seguros, protegidos e incluso felices. Sin embargo, esto no representa la verdad absoluta para todas las personas, ya que existe la otra cara de la moneda en la que para algunos el hogar representa un lugar de miedo, preocupación, incertidumbre, desesperanza e infelicidad.

Es Momento de actuar

Un consenso generalizado señala que debe haber un compromiso claro junto con acciones de todos los actores de la sociedad, con el objetivo de lograr la igualdad de género y acabar con esta ola de violencia contra las mujeres.

Además, es de suma importancia la plena participación de hombres y niños en esta tarea, así como inculcar una cultura de igualdad de género.

Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, dijo: “Nadie puede esperar más. Podemos y debemos lograr la igualdad de género en nuestra generación”.

Elvira Pablo, activista por los derechos indígenas de México, indicó: “Estamos cansadas de escuchar palabras y compromisos sin acciones inmediatas, ahora es el momento de actuar”.

 

Las mujeres en la sociedad actual somos ejemplo de inteligencia y fortaleza, lo que se ve reflejado en la capacidad para superar las adversidades ante la discriminación de la que somos objeto, existe un núcleo de personas machistas, que nos mantiene en la marginación;  Las mujeres somos tan capaces como los hombres, de asumir las responsabilidades, obligaciones y actividades que nos propongamos, eso no se pone en duda, porque a través de los años se ha demostrado nuestra gran capacidad en diferentes ámbitos de la sociedad no hay que olvidar que cada una de las personas de diferente sexo tiene algo en particular que aportar en la vida social, olvidando que la vida se complementa por ambos sexos, no se compite, y ese principio es lo que impide valorar a las mujeres hoy por hoy.

Atención a Mujeres en Situación de Violencia

Línea sin violencia: 800 10 84 053

Se brinda atención a través de la línea telefónica a mujeres, sus hijas e hijos en situación de violencia familiar, de pareja y/o sexual, proporcionando intervención en crisis, atención psicoterapéutica especializada y asesoría jurídica, está dirigido: A mujeres, sus hijas e hijos en situación de violencia, en cualquiera de sus tipos y modalidades.

Opera las 24 horas del día, los 365 días del año.

La atención es gratuita, confidencial y de fácil acceso.

Utilice este número «800 10 84 053» en teléfonos privados, públicos o celulares, si se encuentra en cualquier parte de la República Mexicana.

Beneficios: Atención oportuna y confidencial vía telefónica a las personas en situación de violencia, enfocándose en sus necesidades específicas, ya sean psicológicas, jurídicas, informativas y de canalización a otras instancias de apoyo.

 

Fuentes:

https://salud.edomex.gob.mx/isem/mujeres_situacion_violencia

www.eleconomista.com

https://itaipue.org.mx/documentos/reflexiones/TEXTO.OLGA_MARGOT_LEON.pdf

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